martes, 16 de agosto de 2011

La bancarrota del Capitalismo





- Sólo pensaba en cómo podía salvar a los demás niños. 
"El mismo Dios que me lo dio se lo había llevado. 
Así que no me preocupé mucho por el hijo muerto. 
Las vidas de otros estaban en riesgo''.*1 -

Ambar, lluvia y obscenidad
cuantas deudas públicas
valen la vida de un hijo.
Cae su nombre de cifra
rebotando en el olvido
y el ombligo de la lombriz
se arrastra, túmulo
inmutable... desaprensivo.
Cae de lado y a la suerte
espejismo del desierto
a un costado de su lengua,
sin la musica del viento
ni el horror de su silencio.
Es un regalo de Dios
y a su destino lo entrega.
....

*1 Faqid Nur Elmi . 
http://www.clarin.com/mundo/Hambruna-Africa-madre-decidir-salvar_0_536946563.html#.Tks6cyPapBY.facebook
Dile a las palabras que no se callen,
al silencio que ayude y a los gritos que esperen,
que allá voy, o vamos, a seguir escribiendo.