miércoles, 26 de marzo de 2014

La habitacion disimulada



Vestida de luna creciente,
celada en descanso,
cómica y herida
luciérnaga del cabo
en la vuelta del cielo;
su puñal herrado de noche
sus dedos resplandecientes
como un faro moribundo,
desgaja la distancia seca
entre la niebla del pasado.

Forjado de otoño,
bordado de lluvia,
de miedo y cabellos
desnudos al viento.

Un vuelto. Su sarcasmo.
De boca en boca,
cuentos disimulados
que en sus ojos se posan,
música entre historias
para dibujarte las arrugas,
esas que ahora te sobran,
migas perdidas que te nombran
en los bordes de mi cama.

Muerde otras miradas
que ni siquiera asoman,
contemplen entre sabanas
la ciudad quebrada,
el triunfo desesperado
ondulante e impreciso.
El suburbio de este sueño....
dos amantes ciegos
perdidos en el tacto húmedo
de sus valles vagabundos.

Cuentos, que todas las noches suceden.

lunes, 17 de marzo de 2014

Malas Noticias.



Pero si Dios es el azar de la suerte
Dios quiera quererte al apostar
las canciones que empecinadamente
quieres que hablen de nosotros.

Hablan de otros todos sin creerte
fantasías de que fuera cierto y así,
se ilumina el rostro, tu sicaria sonrisa
como un abrigo en una tarde de septiembre.

Piensas en ese amor de notificacines
de cartelitos que como un mudo
posas delante tuyo para ciegos
de corazones de piedra, secos y pasionales.

Es una buena mano, el juego seguro,
subastarse el cuerpo y dejar el alma
para otro momento, menos preciso,
patéticos mimos con la cara pintada de nada.

Encolados retazos disfrazados
de lo que quisieras ser, tu dueño
mas allá de todo lo que al ocultar
vas dejando desgajado al viento.

Sin saber cuando
gozas el sufrimiento
Amas a desesperados
sueñas sin tener tiempo
entras sin permisos
te desangran sin remedio
tus disfraces descarnados.

"Ya nadie graba en las paredes,
en los troncos.... Luis y María
Raquel y Carlos, Marta y Alfonso
junto a dos corazones entrelazados"

Dejo mi telefefono apagado,
mis puertas abiertas,
mis recuerdos intactos,
pero sobre todo mis manos,
el alma debajo de una mirada,
y la palabra que me pertenece,
en los vuelos baratos de tu vestido,
trepando a tu cuerpo y tus oídos.

Soy yo. Eres Tú.
sin palabras de terceros
y sin saber... te abres.
¿Podremos?.
Dile a las palabras que no se callen,
al silencio que ayude y a los gritos que esperen,
que allá voy, o vamos, a seguir escribiendo.