te buscas en los zurcos de las manos, y que más;
las semillas en la mesa de la misma cosecha,
la identidad de las marcas desvanecidas sobre tierra
triscando la canela perdida en su aroma de ausencia.
Como una noria aquellos labios oxidados en la lluvia
no quieren dibujar, estancados en los dilemas secos
no abrirán mas bocas como rosas, ni ayunarán al rocío
mordiendo su duda en los esteros del espacio ciego.
Vuela Un grito pentagramado para sus ojos
como la ultima nota de las miradas
rompe el big bang del silencio... Dios
en bandadas de arco iris y musica vegetal.
Nací para esto, del amor puro sin motivos
desde la estela umbilical de los comienzos
la transposición del genesis vivo en el tiempo
transluminal escribiendose en el cuerpo.
Te buscas en los zurcos de las manos
las semillas meciendo esa misma cosecha,
la identidad de las marcas desvanecidas
triscando la canela en su aroma de ausencia.