miércoles, 20 de diciembre de 2017



Descalzo
caí rendido al escalón
espinado de tus labios,
mi Hécuba escencia
a veces tan dramática,
asesina, estrella fugaz
cada beso; desiluciones
a lo mejor, en realidades
rotas de ganas de verte.
Te inventé e imploro
un rincon en mis ojos
para estar desnuda
llena la noche y cielo
lejos de este mundo
sucio y traicionero.
Brutal entre ilusiones
una sola razón me lleva
sensual cada mañana,
de sangre y sal.
Tomo un sorbo,
tus piernas rezan por mi
por mi locura vibrante
por mi destino muerto
Tu espalda dorada,
brillante como un sol
me hace pensar y creer,
que solo sabes golpear
mi alma desordenada,
hecha de girasoles.

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Dile a las palabras que no se callen,
al silencio que ayude y a los gritos que esperen,
que allá voy, o vamos, a seguir escribiendo.