martes, 31 de julio de 2012

Despertar



Capricornio despellejó las salidas,
el dintel de acuario quedó en el aire,
(como si de cantar se tratase)
desentonó al despertarse,
de su inmortal desengaño.
Por eso es que cuarteó el cielo
desperezando sus olvidos,
sus leguas de recuerdos y memoria.
Intentó pellizcar su alma quizás,
para extirpar su rabia, pero al final
la humedad se le escapó de la cara.

Se encorvó en la Puerta de Aspe
bajo su almohada, cansada.
del sueño que arrancó
cuando mojaba su cama
Y le cambió la cara... Luz
tempe del cuerpo desmembrado
en el pasado y  lo venido.
Rió sola porque supo lo que es el tiempo
la eternidad del hoy,
el frugal retazo de este mundo
del presente empedernido.

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Dile a las palabras que no se callen,
al silencio que ayude y a los gritos que esperen,
que allá voy, o vamos, a seguir escribiendo.