El tiempo es pulsar en mi mente.
Tu luz, creo, me va a matar esta noche.
Cuento soles, solo algo que aparte el tiempo,
sublime y roto, en mi versión del infinito.
Llueve sangre. Océanos de piel maldita,
en esta habitación corrosiva
que gotea un perdón que nadie ha pedido.
Ni por asomo. Ni por simpatía.
Me quito el traje de hombre,
y cuelgo lo que fue,
un traje espacial.
Yo, ya soy sombra en el hueco.
Eso es todo, lo que no puedo olvidar.
Pensamientos inertes, tan humanos,
ríos de mierda imparable.
Miro el cielo lejos muy lejos.
Vuelan reflejos que aún deseo.
¡Maldigo este corazón podrido!
Suerte la mía, en un cementerio
barato y sombrío.
Tazas percudidas. Una botella en loop.
que anuncia: cada cual en su historia.
¿Quieres saber qué entendí?
(Me da igual si quiero mostrarlo.
El exorcismo, amor mío, es mi destino):
Rostros grises que me dicen:
"¿Eso es todo?... No era nada."
Me dan pena. O asco.
O indiferencia, de pronto.
Almas secas. Sin un puto centímetro
de pasión en su pellejo.
Y yo... yo trago más olvido.
Mi otro lado.
Total, ¿perdido por perdido?
Guardamos un secreto agrio, rancio.
Una calle intacta que crei fue mía, eterna.
Pero es mejor que no ser nada.
Intento ignorar. No pensar.
No sentir nada por vos.
Flagrantes mentiras.
en esta clandestinidad...
Ser transparente.
sobre el suelo frío arranca un recuerdo
(Solo por cinco o seis horas,
en que siento que le gané a la muerte.
Antes que salga el sol...
Y el loop me vuelva a atrapar).
martes, 4 de noviembre de 2025
PERDIDO EN MARTE
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Dile a las palabras que no se callen,
al silencio que ayude y a los gritos que esperen,
que allá voy, o vamos, a seguir escribiendo.
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