lunes, 19 de octubre de 2015

Ciclones



No sé,
será la tarde
de bullicio
encariñado
del encierro 
que invisible
se ha colado,
hendijas brujas,
llaves oxidadas,
en medio giro
me abres todas
las ventanas.
Sopla tu aire;
a varlovento
de ciudad a ciudad
y lo alcanzo
imperceptible
pero cierto.

Papeles, 
sombreros 
se amontonan
y la certeza:
por ahi andas!,
alborotando
alas caprichosas,
enjambres, mariposas
que te delatan,
Siempre
en derredor
de lo invisible
al calor de tu luz 
que se abrazó
a mis pestañas.
Mirada de Liz, 
fantasmal
a pura distancia,
de estos mundos
inconstantes
bajo lunas pardas.

Mi cuerpo
desaliñado
pobre.... 
que ya ha perdido
todo scherzo
sigue ese pulso
celeste al tiempo
de la aceras
de lo imperdible,
a ver si de atrevida
entra invencible
contra toda sequía, 
como la lluvia
cuando se espera
y solo sopla a cántaros
tu nombre.


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Dile a las palabras que no se callen,
al silencio que ayude y a los gritos que esperen,
que allá voy, o vamos, a seguir escribiendo.