hasta tu luna adhara
traerá la vueltaviejos suplicios
del espíritu,
subterfugio dueño
en lo labrado
en esta tierra.
Cuanta agonía
se levanta al polvo
¡cuánta distancia
¡cuánta distancia
extraordinaria!
la memoria, mareas
que se llevan todo,
casi todo, casi
sobre un tiempo
sobre un tiempo
que lame heridas..
Que mezquinas
suelen parecernos
noches navegantes
hacia ninguna orilla
hacia ninguna orilla
donde mueren olas
o se deshacen impetuosas,
o se deshacen impetuosas,
muerde mis tobillos,
esa huella perdida
que suele esperarme.
Abro los ojos, la boca
al lado de mi alma,
y un susurro de sombra
dice donde es mi sentido..
el destino que se duerme
tras del sueño que descansa
un niño que ya sabe,
se ha perdido.
un niño que ya sabe,
se ha perdido.
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