domingo, 16 de agosto de 2009

Brevemente

inesperadamente
un rayito de sol se esconde por las noches,
se cuela por los pasillos jugueteando con ternura,
pequeños besos, diminutas caricias...
se ilumina la vida en un día entre nosotros.
Ella es Dana y ha eternizado mi tiempo.

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Dile a las palabras que no se callen,
al silencio que ayude y a los gritos que esperen,
que allá voy, o vamos, a seguir escribiendo.