martes, 26 de agosto de 2014

Quieta!



Quieta!

metáfora del aire
invisible y en todo,
entre la luz del río,
entre las estrellas,
guardo atardeceres robados
que en algún lugar
te han visto.

Quieta!

tus pasos tibios
muerden el silencio,
devorador eclipse
de todo el mundo...
la parte que nos toca,
hacia donde cruzaste....
a la tierra va tu sombra.

Quieta!

Que las hojas,
no te tocan.
solo el viento
de tu esencia extrañable,
como un vaho caliente
sollozándole al invierno
el deshielo de tu cuerpo.

Quieta!

que las calles
hoy te nombran
entre tanto otro....
nunca encuentro tus ojos
olvidarme... solamente
por un tiempo
suele estar interrumpido...

Quieta!

En este desvelo,
partida y sin sentido,
suelo conseguirme tu cariño....
fugaz toco tu estela
soy el dueño de otro tiempo
en un frasco de vidrio
en la alacena.

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Dile a las palabras que no se callen,
al silencio que ayude y a los gritos que esperen,
que allá voy, o vamos, a seguir escribiendo.