Hay cosas que no pueden reemplazarse
El amanecer de tus ojos de mañana
La luz de tu mirada acariciando algún espacio de mi alma,
La suave brisa de tus labios deslizándose en el aire
Envolver besos cada instante entre tus manos.
¿Cómo imaginar tu vida sin la mía?
¿Cómo imaginar que sin tí yo sería el mismo?
Si pudiera hacer del tiempo
solamente un capricho del destino,
elegiría por siempre estar contigo
iluminando amaneceres en mis días
y con una suave caricia entenderías
que el universo no existía
hasta que decidimos
encontrarnos en la vida.
(2001)
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