El hipnotismo rodando en la piel
en la prueba y error de la vida
una y otra vez inquieta me mira
piedra mundana siempre infiel.
La excusa perfecta,
el tiempo de inmenso esplendor
sobre una noche silenciosa
la ciudad de los recuerdos,
en un apagón absoluto
a merced de los corazones.
Qué vida en tránsito! transpirando mares
desamarrando lastres de tiempo
nadando esperanzas infranqueables.
Que adivina brotes
naciendo a espaldas de alguien
que no tiene edad.
Que divina comedia
jugando en las venas
las escondidas de la muerte.
sopla en mis pestañas el alma de las figuras
la luz y la intuición del recorrido áspero
brillante premonición de las imágenes
antes del universo, antes que nada, de todo.