Lueve desde dentro
esa imagen tuya... eléctrica y destructoramaldigo! a este corazón podrido
convencido por pensamientos
de culpa y descuido.
Mi exorcismo es el destino
de pura libertad que me debilita,
cuando la escritura me detiene,
cuando soy un puro demente
sobre el suelo frío y embriagante
quiero que la lluvia me lleve,
que la tierra mojada derrita
cada piedra que me mira
desde aquellos ojos tuyos
(aunque mas no sea
cinco o seis horas clandestinas,
antes de que vuelva el sol,
a vos, mi refugio en la oscuridad)
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