Más allá de la ventana, el mundo ya no es extraño,
Todas las texturas suenan familiares, sin engaño.
Cada soplo del viento, su cadencia antigua y fiel,
Y el color que resalta por simple casualidad
es la luz que al filtrarse es muy parecida a ti.
Atraviesa las sombras, la virtud del tiempo,
Llenando el hueco simple que encierran las cortinas
Ella sueña, y tiñe la mágica realidad que vive,
De infinitas posibilidades, antes del fin.
Y mientras la mente vuela, sin barrera ni medida,
una respuesta quiebra la ensoñación la noche.
Nos pasa igual. Serás igual, un poco asi.
Golpean la puerta, y debo abrir.
Para ella, el amor jamás fue una tregua,