viernes, 16 de julio de 2010

Aprendiendo a respirar (version definitiva)







Cenizas de un fuego extinguido
en el aire marcando su huella
amiga del viento de las estrellas
vuela lejos mi alma de remolino.


De sonido meláncolico y lunfardo
inquieta al fuelle de un bandoneón
los latidos breves de mi corazón
escribiendole al final de un 2 x 4.


Quizas sea que éste silencio de poeta
desesperandose en las oraciones
solamente sirva para olvidar las ocasiones
que logré sobrevivir sin ellas.


Como un destino a veces caprichoso
dispuesto a germinar nuevos temores,
marcho hacia la tinta resquemores
alejados de este mundo caviloso.


Y en esa eterna pelea me sitúo
azuzando al horno de calamidades
grito truenos en las cavidades,
faros solitarios del crepúsculo.


Y aunque siempre vuelvo a comenzar
en el blanco de un papel indefenso
se que no son penas lo que pienso...
cuando vuelvo a respirar.

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Dile a las palabras que no se callen,
al silencio que ayude y a los gritos que esperen,
que allá voy, o vamos, a seguir escribiendo.