martes, 7 de septiembre de 2010

QUINTAESENCIA



Y sí, de los trucos del alma
soy testigo privilegiado
de lunas sin nombres
en un refugio de mixturas.
Mi misterio implosivo
de diez mil notas
en las cuerdas del vacío

Que importa si son míos,
o se parecen a la espesura.
en el inmenso girar
desperdigado en los ojos
de una apuesta de lirios,
páginas que desvanecen
la noche o nuestros cuerpos.

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Dile a las palabras que no se callen,
al silencio que ayude y a los gritos que esperen,
que allá voy, o vamos, a seguir escribiendo.