lunes, 3 de febrero de 2014
LO VI VENIR
La ola parece inalcanzable y la espuma que empieza a bajar a los tobillos va dejando el cosquilleo aparte. El sol verdoso se deshace en gotas y el vitral que en ese instante se moja, empieza a trepidar al ritmo del corazón, del sofoco que el aire adusta. Inútil es resistirse. Inútil es olvidarlo, y el saberlo oscurece aún mas el agua. Yo abro los brazos, los ojos, la boca.... quizás al menos así, sea menos tremenda la caída.
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Dile a las palabras que no se callen,
al silencio que ayude y a los gritos que esperen,
que allá voy, o vamos, a seguir escribiendo.
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