Cuanta gente suelta
cuantos días, nada mal.
Presas de la luz,
(esa que dejas encendida)
son insectos mis deseos.
- ¡Vé mas allá!
¿Quieres vivir?
- Sólo hasta la mañana
alrededor tuyo,
alrededor de tus cejas.
Momentos purpuras,
semblantes anaranjados
que la luna despacio
tiñe y casi ni se nota.
Pero ya todos duermen,
los pétalos, las almas,
las sábanas descuidadas,
su corazón desnudo.
Un beso en el aire
con su última muda
de alma tornasolada.
Solo esperar el alba.
Solo esperar.
Te vi sonreir
resplandeciendo a mi día,
mi vida efímera,
mis sueños humanos de insecto,
la sal de tu cuerpo
donde nadie la espera.
Voy a volver feliz.
Porque la tierra gira,
Porque el río sigue
Porque algo mejor espera
cuando el cielo amanezca,
cuando tu voz sea parte del día,
y mis alas, pelusa retorcida.
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