lunes, 3 de febrero de 2014

PARTE IX

Aunque el mar se agote,
Yo soy la conciencia echada al azar, 
el entorno confundido del cabrón,
condenado a seguir vivo.

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Dile a las palabras que no se callen,
al silencio que ayude y a los gritos que esperen,
que allá voy, o vamos, a seguir escribiendo.