Un segundo intimo en el frio de mi cama
un murmullo reberverado
en los cauces del olvido
de regreso al espacio en mi olfato minusculo,
al mar dolor, del sol quemado
por la helada temprana.
¿De que sirve pensarlo? si acaso...
el amarillo del melón ¿será siempre el mismo?
Siempre caer es inmensamente dulce
casi tan exquisito como ser,
pero los pensamientos que esbozo
esta vez son trágicos... tormentosos.
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