nadie conduce hasta mañana
sin Dios y sin destino
las señales siempre apuntan hacia aquí,
me río de eso
me rio de todo una vez mas
del ruido hermoso y fastidioso
de los fluorescentes;
sin Dios y sin destino
las señales siempre apuntan hacia aquí,
me río de eso
me rio de todo una vez mas
del ruido hermoso y fastidioso
de los fluorescentes;
de los diarios,
de las radios,
de las radios,
de los teclados;
de los links....
de los links....
No pienso en viajes
ni en peajes,
ni en peajes,
ya pague mis pecados al nacer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario