domingo, 16 de mayo de 2010

Autopistas sin sentido (corregida)


nadie conduce hasta mañana
sin Dios y sin destino
las señales siempre apuntan hacia aquí,
me río de eso

me rio de todo una vez mas
del ruido hermoso y fastidioso
de los fluorescentes;
de los diarios,
de las radios,
de los teclados;
de los links....
No pienso en viajes
ni en peajes,
ya pague mis pecados al nacer.

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Dile a las palabras que no se callen,
al silencio que ayude y a los gritos que esperen,
que allá voy, o vamos, a seguir escribiendo.